Desde su origen, el teatro y el cabaret han funcionado como refugios para todos aquellos que no encuentran su lugar en el mundo. La comunidad LGBTTTIQA se reconoce como una minoría que si bien gracias a titánicos esfuerzos ha conseguido una reivindicación y reconocimiento de muchos derechos, aún es incomprendida por aquellos que malmiran las otredades sexuales. Julio es un mes para celebrar precisamente esa otredad, hacer conciencia de las batallas libradas y de todo lo que queda por lograr. Algunos espectáculos se suman a la lucha compartiendo los propósitos de esta noble causa que a todos debería de importar. Estas son las obras que no te pueden faltar en tu agenda del mes del orgullo gay.
Shakespearean tour
Para celebrar el amor propio

Foto: @DarioCastroPH
Entre todas las propuestas existentes de teatro shakespeareano en la actualidad en CDMX[1], no temo confesar que la única que me convence y recomiendo es la que hace Mariano Ruiz, puesto que realmente resignifica y actualiza al dramaturgo inglés en la medida en que muestra cómo la obra de Shakespeare atravesó su vida, especialmente durante su proceso de aceptación sexual y cómo el amor propio que esto generó, lo llevó a iniciar una búsqueda profesional como actriz de teatro, inspirado siempre en los personajes isabelinos que él considera como sus superheroínas, del mismo modo que lo inspiraron las protagonistas de las telenovelas mexicanas y las divas del pop.
El autor, protagonista y director no teme mezclar combinar sus pasiones y hacer eco de la cultura popular mezclando en un mismo universo a Julieta, Lucero, el youtube, Rosalinda, la entrega de los oscares, Wicked, Lady Macbeth y las películas de terror. A través de recursos sexys y divertidos, Ruiz narra cómo ha vivido ser homosexual en el gremio teatral (no tan abierto como parece, especialmente en las escuelas de formación) y cómo ha logrado sobrevivir en un país en el que cada vez se habla menos y suceden más crímenes de odio -la homosexualidad es perseguida y castigada como delito en 79 países, al menos en 10 está penada con la muerte-.
Mariano, como actriz de teatro sabe que la femineidad y la masculinidad son roles que se pueden interpretar, lo único que realmente importa es que seamos lo que seamos lleguemos a estar orgulloses de nosotres mismes. Suficiente tenemos con el resto del mundo. Querrámonos mientras estemos vivos.
STRAIGHT
Para comprender a los que no pueden salir del clóset
Foto: @DarioCastroPH
Dígan lo que digan sobre la apertura y liberación sexual en las grandes ciudades, lo cierto es que el prejuicio pesa más en la mayoría de las mentes de los latinoamericanos criados bajo enseñanzas machistas que aún conciben a la homosexualidad como un defecto y que no son capaces de ejercitar su empatía y tolerancia respecto a las decisiones de otro ser humano. El homosexual todavía es comprendido por muchos como algo extraño e inferior a lo heterosexual. La justificación de este pensamiento es absolutamente abominable, desafortunadamente eso no impide que siga existiendo y transfiriéndose de generación en generación porque el contexto y nuestra cultura lo permiten. STRAIGHT no es una obra convencional. El final es inesperado. Sirve sobre todo para mostrarnos la realidad de muchísimos gays que quedan atrapados en las preocupaciones de otros y en sus propias inseguridades. El clóset es un lugar triste y solitario.
Ángeles en América
Para entender mejor la historia del gay pride
La icónica obra de Tony Kusher dirigida en México por Martín Acosta, retrata los problemas a los que tuvieron que hacer frente los miembros de la para entonces secreta comunidad homosexual en Estados Unidos. Prejuicios religiosos, dilemas familiares, asuntos emocionales sin resolver, la epidemia del SIDA, los peligros del circuito underground y zonas rojas de las ciudades a los que los gays recurrían como refugios placenteros, censura y persecución, mezclados con deliciosos pasajes fantásticos, nos dan una idea de por qué es importante celebrar las libertades conseguidas hasta ahora. La comunidad LGBTTTIQA[2] tiene mucho por lo que sentirse orgullosa, es importante saber más sobre su historia. Qué mejor que mediante un montaje imponente en términos visuales, una súper producción con grandes actuaciones, especialmente las de Laura Almela, Diana Sedano y Fabián Corres. Una mirada al pasado para sembrar esperanza en el futuro.
[1] Tan solo en lo que va del año he visto en cartelera un montón de obras (remontajes o estrenos) ya sea inspiradas, adaptadas o montadas tal cual se supone que lo escribió el dramaturgo inglés. Entre ellas: Noche de Reyes dirigida por Alonso Íñiguez, Esto no es Dinamarca, dirigida por David Jiménez, Macbeth dirigida por Mauricio García Lozano, Testimonial Shakespeare, dirigida por Carmen Ramos, Xolomeo y Pitbulieta dirigida por Camila Brett ; el ciclo de obras que integra el proyecto “Teatro en el parque”, que también supuso la construcción de un espacio que emula al Globo en Londres, conformado por: Romeo y Julieta de bolsillo dirigida por Alonso Íñiguez, Algo de un tal Shakespeare dirigida por Adrián Vázquez, Mendoza, dirigida por Antonio Zúñiga, ¿Qué con Quique quinto? Dirigida por Andrés Carreño, La sombra del bardo, dirigida por Eduardo Castañeda y Yo tenía un Ricardo hasta que Ricardo lo mató dirigida por Fausto Ramírez. Por supuesto, convendría reflexionar seriamente sobre esta tendencia, no solo porque abarca un espacio importante en la cartelera de la Ciudad de México, sino indagar en las motivaciones de cada uno de los directores de retomar a Shakespeare ¿por qué aquí? ¿Por qué ahora?
[2] Siglas que designan respectivamente a: lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgénero, intersexuales, queer y asexuales.