El dispositivo escénico. La producción de la que la compañía franco-mexicana “Teatro entre 2” se sirve para llevar hasta el público nos parece la mejor elección para actualizar la milenaria tradición cuentista, la trasmisión de una historia de una generación a otra. Mediante un ingenioso sistema, la compañía acerca el teatro a las novísimas generaciones acostumbradas a los dispositivos audiovisuales; los niños de hoy se constituyen como un público especializado en herramientas tecnológicas (computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes) que no comprometen su atención al cien por ciento, por lo que cualquier otro medio debe hacer uso de mecanismos eficaces para incentivar la participación activa del niño en la puesta en escena y la retención necesaria para que comprenda el espectáculo, justo como pasa con esta puesta en escena.
La justa combinación de música en vivo, con proyecciones en pantalla, apoyados en ilustraciones hechas al momento (“pintura en vivo”) por el talentoso artista Olivier Dautais, hacen de esta obra para niños, un montaje digno de verse, en primer lugar por su composición estética. Si se nos permite llegar a este grado de subjetividad, diremos que “La Palmera, cuentos y mentiras para todos” es simplemente bellísima y totalmente moderna.
Las historias. Gracias a la dramaturgia “al alimón” de Arnaud Charpentier y Olivier Dautais, quienes se han inspirado en la estructura de la yuxtaposición narrativa de “Las mil y una noches” (una historia contiene otra, sucesivamente, de tal suerte que la trama está infinitamente entrecruzada y correspondiente a una trama mayor que guía el relato principal), los espectadores podemos disfrutar de la tradición cuentista que, insistimos nunca pasará de moda.
Bajo esta estructura, podemos disfrutar tres relatos breves protagonizados respectivamente por una cabra con ansias de libertad, un hombre que juzga la vida de los otros sin comprenderla realmente, y un cuentista adormilado que confunde al público con cuentos sin pies ni cabeza para provocar su risa. Sin duda, todos los protagonistas de los cuentos terminan siendo para el espectador personajes entrañables.
El mensaje. “Cuando te encuentres frente un demonio atormentado, no olvides que una buena historia puede salvarte la vida”. El rescate de los cuentos de esta compañía revela su valor mediante el desarrollo mismo de la trama, y es que nos recuerda que una historia no es contada únicamente para despertar la curiosidad de los oyentes (y en nuestro caso, espectadores), ni para romper el letargo con que suelen acompañarse los domingos, sino para aprender lecciones a partir de la comprensión de nuestro corazón, que sólo se logra a través de la historia indicada.
Sin lugar a dudas, “Teatro entre 2” comprende del todo las nuevas necesidades del público infantil, cuestión que nos alegra en tanto se trata de espectadores que en sí mismos representan retos continuos, que solamente el teatrista comprometido, como lo son quienes participan de esta compañía, sabrán solucionar con el único fin de preservar el teatro, un ritual flexible con infinitas capacidades de adaptación.