Como muchos actores y actrices he soñado (practicado) con ganarme un Óscar, es uno de esos sueños que parecen imposibles y probablemente lo sea para una cabaretera como yo. Tal vez por eso nos parecen tan emocionantes los premios que se han creado en nuestro país, por esa ensoñación de caminar por la alfombra roja con un vestido que no te deja respirar y depilada hasta los nudillos. Luego recibir ese premio llorando e impidiendo que pongan la música que te obliga a cortar porque debes agradecer a toda tu lista de personas importantes en un hermoso momento de frenesí. Pienso mucho en los premios que rodean a nuestro amado gremio teatral, sintiéndome un poco contrariada por no saber cómo reaccionar ante ellos. Creo de entrada que nuestro país ha fallado en crear una premiación que tenga ese glamour que añoramos, pero sobretodo que responda a nuestra cultura y necesidad, pues queremos copiar todo lo que nuestro hermano del norte nos vende, logrando casi siempre quedarnos cortxs. Tal vez porque deberíamos dejar de intentar recrear sus propuestas y empezar a crear las nuestras.
Esta realidad se hace un poco más clara en los premios creados para “lxs teatrerxs“, premios que hemos aceptado sin chistar, a pesar de sentir que existen varias fallas, por la vaga posibilidad de ganarnos uno. Por eso me nace esta reflexión al respecto, porque creo que hay un espacio para mejorar que pueden aprovechar si escuchan las críticas que se han generado estos años (aunque varias de las críticas a algunas de estas premiaciones en el pasado han creado rencor y la frase “Se enojan porque no los nominamos“).
Recientemente se realizó una entrega de premios en el Teatro de la Ciudad. Debo decir que llevan varios años que me preocupan las nominaciones y ganadorxs de la asociación que los organiza, sobretodo porque la agrupación nombra a los montajes nominados como “Lo mejor del Teatro” pero dudo que hayan visto todas las propuestas teatrales de la ciudad, entonces no es ¨Lo mejor del Teatro” sino “Lo mejor que nosotrxs vimos de Teatro” digo por lo menos que yo sepa no vieron un espectáculo mío. Mi otro cuestionamiento siempre ha sido, quiénes son la Agrupación y cómo se les invita a que vean tu show, o ¿lo hacen de incógnito para que la cosa sea más interesante?, digo porque pues debería existir una claridad al respecto en un espectáculo que se presentará en un recinto pagado con los impuestos de los y las creadorxs que no fuimos nominadxs. Y bueno ya llega el chiste de la claridad sobre la pluralidad de las obras que fueron a ver cuándo dentro las nominaciones en varias categorías se repiten creadores (porque en la CDMX hay bien poquitos directores y escenógrafos) o los tres espectáculos nominados a Mejor Espectáculo de Cabaret (porque hay poquita oferta cabaretera en el ex D.F.). Y ahí es cuando pienso que si tu premiación genera más dudas que respuestas se siente medio truculenta la cosa, como cuando ves un restaurante al que nadie va pero sigue abierto y piensas ¨Narcos¨, es decir, puede que en verdad no sea truculenta la cosa pero ¿para qué hacer cosas buenas que parecen malas?
Quiero decir ahora que me parece que los y las creadoras nominadxs son increíbles, no dudo de sus nominaciones o del maravilloso trabajo que hicieron en sus espectáculos, lo que creo es que como creadorxs podemos exigir claridad y transparencia, así como una mayor heterogeneidad en sus nominaciones.
Luego tenemos a los Premios Metropolitanos de Teatro, debo decir (sin ironía) que cuando los escuché me entró la emoción porque pensé que había una posibilidad de competir en una premiación porque ahora sí iba a saber a quién invitar y realizar mi sueño del vestido que no me deje respirar. Luego cual Condorito me caí para atrás cuando vi que era necesario pagar una entrada para el ingreso así como tener una temporada larguísima como de Televiteatros. Ahí pensé que era evidente que esas peticiones eran el primer filtro para nominar producciones conocidas como “comerciales“, y me decepcioné e hice lo que hace una actora en estos casos: quejarme en camerinos. Pero he de decir que al paso del tiempo hay cosas que me han dado más confianza con respecto a esta premiación. La primera razón que me dio más confianza es que han cambiado sus bases, sobretodo la del precio de entrada y las funciones mínimas, ya que supongo que se les hizo evidente que no todas las propuestas podían gozar de entrar a su terna si de por sí la taquilla no les da para pagar una nómina a sus creadores, o que las temporadas actuales te lleva a develar placa a las 12 representaciones. También me gustó que mandé un correo para pedir informes, el cual pensé que sería respondido con otro correo pero mis sorpresa fue grande al ver que se me ha dado un seguimiento por teléfono a mi interés por inscribir mis espectáculos, lo que me hace sentirme más tranquila e informada. También me agrada ver que las obras inscritas son promovidas en sus redes, al final va de acuerdo a su planteamiento de hacer unos premios que impulsen al teatro. Pero bueno hasta ver no creer, así que habrá que esperar a su premiación este agosto, que irónicamente será también en el Teatro de la Ciudad, ja.
Pero debo decir que los premios que merecen un premio en sí, son los maravillosos Jimenitos Aguords. Creo fervientemente que son los únicos premios que nos representan como gremio teatral mexicano y no como un intento fallido de Fashion Police producido por E! Latinoamérica. Tienen esa comicidad que necesitamos de una premiación, esa claridad en cuanto a sus nominaciones y a lo subjetivo del asunto, así como el nombre más chipocludo del universo mundial. Puedo decir que los de aquella agrupación o los METRO podrían aprender mucho de estos últimos, sobretodo a no tomarse en serio, porque creo que cuando una se toma en serio es cuando nos perdemos como creadorxs. Tal vez muchxs no lo admitan pero sienten más ganas de ganar un Jimenito que cualquier otro reconocimiento.
Si alguno o alguna de ustedes bondadosxs lectorxs asiste a la entrega de alguno de estos premios, no dude en escribirme para contarme su veredicto. Y quién sabe, tal vez pronto existan unos premios a los premios, como esa categoría de los Emmy´s que se entregan un premio a ellos mismos por la transmisión de los Emmy´s del año pasado.