Para la crítica escénica, la escritura concierne en una manera de hablar de una obra artística, una manera que tradicionalmente ha empleado la palabra escrita como el medio para describir y comentar un espectáculo esforzándose por encontrar puntos de referencia entre el universo planteado en una obra y algo fuera de ella; todo aquello que se le escapa y que sin embargo, contiene, porque toda expresión artística es también expresión existencial. El empeño de la crítica por conectar los puntos del universo escénico con puntos que se encuentran más allá de él facilita poder imaginar a la pensadora escénica como una suerte de astrónoma que se deleita dibujando figuras imaginarias en el firmamento de la performatividad y que crea cada texto para proponer constelaciones. Por cierto que esta idea de la escritura como constelación se la debo a la mirada de Yael Weiss y es una imagen que me ha acompañado durante mi trayectoria.
En cada constelación propuesta, una crítica se esmera por verbalizar lo indecible de la experiencia sensible, por traducir la poética de cada obra, por dar cuenta del universo escénico y de algún otro con el haya encontrado la posibilidad de dialogar y confrontarlo, el resultado de este diálogo y confrontación es el enriquecimiento del pensamiento sobre lo escénico. Para la crítica ningún cruce es excesivo, ningún vínculo es imposible, al contrario, sabe que de las mezclas nace la complejidad y que en la complejidad habita lo extraordinario. Por eso para la crítica es fundamental el trabajo interdisciplinario; quienes nos dedicamos a la expresión de la expresión artística sabemos que no podemos hacerlo solas y que tenemos que estar en contacto con lo que nos resulta fascinante en tanto que misterioso. La declaración de la propia ignorancia es la potencia del conocimiento. Distinguir lo que no se sabe es la premisa de la curiosidad de la que depende el pensamiento escénico, por eso la crítica no consiste en la escritura de sentencias sino en la elaboración de preguntas interesantes, se parte de una pregunta para llegar a otras, por eso toda crítica es una sugerencia de lectura y no una conclusión.
Para este encuentro me gustaría recuperar algunas de las preguntas que se hizo Josette Feral en su texto La crítica en tela de juicio , y que a mi parecer tienen todo que ver con la acción de cuidado que implica el ejercicio al que me dedico profesionalmente, desde que apareció la figura de la crítica, la comunidad de los creadores (especialmente quienes no han comprendido que la crítica también es una expresión creativa) la ha mirado con recelo, y la ha invitado a abandonar “su territorio” a veces de manera explícita y otras tantas haciendo uso de estrategias de invisibilización y opresión (tanto más si se trata de una mujer joven) las preguntas que acompañan el recelo de la comunidad artística endogámica, sectaria como lo es en México son: ¿Con qué derecho habla alguien sobre el trabajo de otro? ¿En nombre de quién o de qué? ¿A quién representa? ¿A quién cuida? Quisiera adelantar las respuestas que suelo practicar en mi ejercicio: se cuida al pensamiento y a la comunidad de espectadores ¿de qué se les cuida? De los asteroides: las falacias de los artistas y de quienes no respetan el quehacer documental de la crítica, del ninguneo a su sensibilidad, de la deshonestidad de los materiales que circulan y de los intentos por despreciar sus opiniones a menos que puedan retuitearlas para hacerse promoción y de los meteoritos: la comprensión misma de la crítica como juicio y de los textos críticos como calificaciones (es muy fácil distinguirlos porque están llenos de calificativos). Luego de dibujar las constelaciones la crítica tiene que protegerlas es por eso que además de astrónoma una pensadora escénica asume un papel de perra guardiana.
Ponencia presentada en el Primer Encuentro Escritoras y Cuidados organizado por Alejandra Eme Uve, que tuvo lugar el 16 de octubre de 2019 en el Salón Principal de la Casa Universitaria del Libro UNAM.
Mesa: de programación, crítica, abogacía… formas interdisciplinarias de escribir y cuidar
Participaron: Zavel Castro, Zazil Alaíde Collins y Catalina Kühne
Cuidó de la mesa: Lizbeth Hernández
Texto citado:
Feral, Josete, La crítica en tela de juicio, ¿Quién necesita al crítico?, en: http://www.casadelasamericas.org/publicaciones/revistaconjunto/125/josette.htm